Autor: John Boyne
Editorial: Penguin Random HouseSello: Nube de Tinta
El 28 de julio de 1914 se inició la Primera Guerra Mundial. Alfie cumple cinco años ese día. Su padre decide enlistarse de inmediato. Es su obligación de ciudadano. Y está convencido de que todo acabará antes de Navidad. Pero el tiempo pasa y la guerra sigue. La vida de Alfie –la de todos– se resiente: no tienen para comer, sus vecinos judíos empiezan a sufrir acoso… Cuatro años después, Alfie limpia zapatos para ayudar a su madre. No tiene noticias de su padre, pero tampoco aparece su nombre en las listas de fallecidos. Una mañana descubre que su padre está vivo. A partir de ese momento, Alfie solo quiere ver a su padre, y para eso deberá superar todo tipo de obstáculos.
Las bombas resuenan en la trinchera. Las ratas corretean ente tus pies. Y lo único que sabes es que tenés que agarrarte fuerte al fusil y al mismo tiempo a una desecha escalera de madera. Tu sargento grita la orden y la primera fila sale hacia el infernal exterior. Tu fila se pone en posición, y su sargento les grita la frase que luego te atormentará siempre: Quédense en la trinchera y luego corran. El último grito de guerra, el último esfuerzo, la última esperanza se entremezclan con esa frase mientras el aire gélido rosa tu cara cuando salís a la oscura noche.
Quédense en la trinchera y luego corran... Quédense en la trinchera y luego corran... Quédense en la trinchera y luego corran...
Quédense en la trinchera y luego corran es una historia conmovedora, llena de realidad. Alfie es un niño que tendrá que sufrir y perder la inocencia por culpa de una absurda guerra. El día de su quinto cumpleaños, la guerra comienza y su padre se alistará al ejercito, creyendo que es su deber hacia su patria, como tantos otros jóvenes que perdieron la vida creyendo fielmente en una fallida causa.
Alfia es un niño maduro e inteligente para su edad, y gracias a la pluma de Boyne nos mostrará el detrás de la guerra. Como el pánico carcomía al pueblo, en las casas, en los barrios. Nos mostrará lo que un niño tuvo que hacer para ayudar a su madre, para darles un par de peniques más todos los días y así comer.
Luego del comienzo de la guerra todo cambió, nada fue lo mismo. Y en este libro lo podremos ver, las mujeres comenzaron a salir de sus casas para buscar empleo, los niños comenzaron a trabajar desde pequeños, el racionamiento, y la pobreza eran excesivos. Pero nada se comparaba al dolor y el asinamiento que sufrían los soldados, de cualquier nación, en las malditas trincheras. Y este libro nos narrará ambas cosas. No tanto historia y fechas, sino la historia de este pequeño niño, que de un día para el otro su padre les dejó de mandar cartas y se convirtió en el hombrecito de la casa. Y como Alfie hará todo lo posible por lograr que su padre vuelva al hogar.
Como dije antes, uno de los puntos que Boyne quiso destacar en esta historia es el hecho del voluntariado. Veremos en el libro, repetidamente, la opinión de varios personajes con respecto al voluntariado o no de la guerra. ¿Estamos obligados a defender el país por más que no creamos en la causa solo por patriotismo? ¿Es correcto? Los objetores, y los propios lectores sentirán estas incógnitas como suyas, buscarán la solución.Todas las noches, antes de dormirse, Alfie Summerfield, intentaba rememorar cómo había sido su vida antes de que empezara la guerra. Pero cada día se le hacía más difícil recordarlo todo con claridad.
Dijeron que se habría acabado antes de Navidad. Solo que no dijeron qué Navidad.
Lo había hecho por la mejor razón del mundo. Por amor.
Gracias Penguin Random House por el ejempalar
